Del vehículo eléctrico al equipo de servicio (EVSE)
El VE y el EVSE deben comunicarse para confirmar la conexión correcta y comenzar, gestionar y terminar el proceso de carga cuando el automóvil se encuentra conectado.
Además, el equipo de servicio necesita identificar los parámetros de carga del vehículo, incluyendo la máxima velocidad de carga y el estado de carga de la batería.

El EVSE y el sistema de carga del automóvil deben “coincidir” en la capacidad y la velocidad de recarga, que pueden ser las máximas permitidas por la batería y el sistema de gestión de carga, sujetas a cualquier restricción relativa al suministro de red.
Se puede verificar una conexión segura y adecuada usando la información compartida a través de la comunicación esencial, como la codificación de resistencias.
Sin embargo, se requiere una comunicación más sofisticada para controlar la sesión de carga de vehículos eléctricos.
Los estándares típicos para la conexión del VE al EVSE incluyen SAE J2847 (Estados Unidos) e ISO 15118 (Europa).
La interfaz posee conexiones de alimentación para carga de CA y CC, así como una señal de proximidad y una señal piloto de control.
Para dicho piloto de control, que transporta la comunicación digital principal entre el VE y el EVSE para iniciar, gestionar y terminar la carga, los estándares SAE e ISO han adoptado comunicaciones a través de la línea eléctrica (PLC) como define la especificación HomePlug Green PHY.
La carga de la batería se puede parar cuando se encuentra totalmente cargada, mientras que el proceso puede acabar antes si el usuario lo decide o su “crédito” se agota.
Las conexiones al EVSE individual también son necesarias, desde el punto de vista del operador del punto de carga, para poder administrar la flota de EVSE y autentificar y mantener la cuenta del abonado.
El proceso ayuda a identificar cuándo hay que llevar a cabo procesos de mantenimiento o reparación y acumula información como los lugares de carga más populares.
Esto, en cambio, contribuye a planificar la futura expansión de la infraestructura: dónde añadir puntos de carga extra y cuáles hay que actualizar (por ejemplo, con mayor capacidad de potencia de salida). También permite identificar la rentabilidad potencial de los nuevos sitios.
Del operador de punto de carga al operador de la red eléctrica
El operador de la red eléctrica necesita actualizar con asiduidad la información de los operadores del punto de carga para controlar el suministro de electricidad a los puntos de carga y realizar un balance de los flujos de energía en la red y así mantener la estabilidad, dado que la capacidad de generación instalada (efectiva) varía a lo largo del día.

Desde el punto de vista del operador de la red eléctrica, los operadores de puntos de carga de VE sólo son una parte entre otras muchas que demandan constantemente energía en entornos residenciales e industriales. Tienen diferentes intensidades de demanda, patrones de uso y prioridades.
El operador de red trabaja para responder a todas las demandas en la mayor medida posible.
Una red inteligente y sostenible se enfrenta a un reto de gestión todavía más complejo que una red suministrada por generadores convencionales alimentados, a su vez, por combustibles fósiles como el gas natural o el petróleo.
Las redes verdes no poseen la misma capacidad de generar electricidad extra cuando se produce un pico de demanda y deben confiar en sistemas de almacenamiento de energía por baterías (BESS) a la hora de satisfacer las necesidades cuando la capacidad de generación es baja.
Ante el aumento del número de VE en uso, una red que desee permitir que muchos más vehículos se alimenten desde la propia red de una manera “descontrolada” se arriesga a sufrir problemas de inestabilidad y cortes de suministro (apagones).